Nuestra Historia

Todo inicia cuando corría la década de los noventa del siglo pasado. Rafael Ángel Calderón Furnier ejercía el mandato popular de gobernar Costa Rica. Su equipo de asesores económicos asumieron algunas medidas que llevaron a colocar las tasas de interés del Sistema Bancario Costarricense a un 32 % mensual para los créditos para vivienda.

En el cuatrienio anterior, se había transformado la legislación costarricense para que se volviera a liberar la posibilidad de la captación de recursos de la ciudadanía por parte de la banca privada, la famosa vuelta atrás de la nacionalización bancaria.

Inmobiliaria TMF desarrollaba el proyecto Villas de Ayarco, Proyecto que comprendía la conclusión de 2,500 viviendas. A raíz del incremento en los préstamos, lo difícil de la consecución de lo créditos y el riesgo de no poder colocar las viviendas, se determina no construir más casas y seguir vendiendo la tierra urbanizada.

Roberto Moraga Araya Gerente de Ventas de la Inmobiliaria, detecta que existe todavía demanda por vivienda construida, condición que lo mueve a asociarse de manera independiente con Félix Badilla Umaña, hijo de un constructor quienes deciden comprar tierra en el proyecto e iniciar la construcción de las viviendas.

Así nace Casandra Inmobiliaria, nombre con que originalmente se constituye la empresa que hoy se denomina Edificios, Casas y Carreteras, formalmente inscrita ante el registro de la propiedad en el año 1991. Cumpliendo este año 25 años de fundada.

La experiencia generada inicia un proceso de aprendizaje en el nicho de mercado del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, legislación que permite dotar de vivienda un núcleo familiar. Ello bajo el principio de solidaridad que comprende que quien obtiene mejores ingresos le corresponderá pagar una parte mayor del valor de su casa pudiendo tener un valor actual de hasta 58 millones con un ingreso de hasta 1,5 millones de colones.

La empresa se consolida en Guanacaste construyendo casos individuales para familias con lote y se inician desarrollos como los Jocotes de la Asociación Solidarita del Ingenio El Viejo.

Posteriormente se promueve La Coyolera, primera iniciativa con apancalamiento bancario que de manera totalmente independiente se corre el riesgo de asumir por parte de la empresa. Es un desarrollo de 47 lotes que se promueve en 1994. Los cambios de gobierno y las modificaciones de las prioridades de los diversos gobernantes crean condiciones adversas y muy difíciles de esquivar ya que todos tienen una percepción diferente de cómo se debe abordar el tema de la solución habitacional para las familias de más escasos recursos.

Esa realidad obliga a intentar conocer nuevos mercados. Además de continuar con el desarrollo en proyectos, asumiendo el reto de construir El Golfo. Proyecto Urbanístico de mayor envergadura. Se planifica con un desarrollo de todas las condiciones de un desarrollo integral para 81 familias. Llevar un potrero a convertirlo en un lugar de residencia es una experiencia innovadora y de grandes demandas.

Paralelamente se incursiona en le mercado institucional de construcción de Infraestructura tanto privada como de otros sectores de la industria de la construcción como son las edificaciones construidas para la Universidad Católica como son un edificio de aulas y la capilla Santa Edith Stein. En esta época se logran contratos también con DINADECO para construir obras varias en la provincia de Guanacaste como el Salón comunal de Maquenco y la casa comunal de Tempate.

La dificultad de políticas constantes en el Sistema Financiera Nacional para la Vivienda obliga a reinventarse e intentar incursionar en el mercado de la Infraestructura Escolar para el Ministerio de Educación. Logramos al 2015 desarrollara más de 5,000 m2 en este mercado lo que convierte a la empresa en un candidato adecuado para poder optar por licitaciones públicas donde se logre intermediar con la inversión del estado.

En los últimos 16 meses logramos desarrollar un proyecto totalmente innovador. A través de una red multinivel de 4 niveles hemos logrado generar espacio para promover la construcción de vivienda con bono para todas aquellas familias que cuenten con lote. El proyecto se echa a andar en 18 territorios: Upala, Los Chiles, Guatuso, San Carlos, Abangares, Canas, Tilaran, Bagaces, Liberia, La Cruz, Carrillo, Santa Cruz, Nicoya, Hojancha y Nandayure, Cobano, Paquera y Lepanto.

El sueño se concreta, logramos superar las expectativas y seguimos creciendo. Reinventándonos a diario para poder multiplicar las áreas de injerencia de nuestra pequeña empresa que ya da empleo directo a más de 80 personas. Seguimos creciendo.